Pero las memorias USB y ReadyBoost están aquí para ayudarnos. Gracias a esta funcionalidad introducida en los tiempos de Windows Vista podemos convertir una memoria Flash USB en una potente caché que mejore el rendimiento de nuestra computadora, especialmente si no tiene mucha memoria RAM.
Para utilizar ReadyBoost basta con conectar a la computadora una memoria USB adecuada (si no es suficientemente rápida Windows la rechazará) y en su página de propiedades indicar que queremos usarla para este servicio, tal y como se muestra en la siguiente imagen:
Una vez en marcha podemos comprobar su funcionamiento a través de diversos contadores que Windows pone a nuestra disposición, aunque basta con echar un vistazo a esta captura en la que se ve el tiempo de respuesta del disco D:\ (la memoria USB) es bastante mejor que el de C:\ (disco tradicional).
Sin entrar en análisis profundos mi experiencia es que ReadyBoost funciona y la mejora del rendimiento es palpable en equipos con poca memoria (o muchas aplicaciones abiertas a la vez). En definitiva, es una opción recomendable para mejorar el rendimiento con un pequeño desembolso.
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