Como bien explica la Wikipedia, una impresora 3D es una máquina capaz de generar objetos físicos tridimensionales a partir de diseños realizados por computadora en un proceso aditivo; es decir, el objeto se crea añadiendo sucesivas capas de material, lo que lo distingue de los procesos tradicionales de modelado que dependen sobre todo de la retirada de material por corte o troquelado. El propósito inicial cuando se crearon las primeras impresoras en los años 1980 fue el de crear de forma rápida prototipos a partir de diseños asistidos por ordenador (CAD).
Los modelos comerciales de impresoras 3D son de dos tipos:
- De compactación: en las que una masa de polvo se compacta por estratos bien con tinta bien con la ayuda de un rayo láser
- De adición o inyección de polímeros en las que el propio material se añade por capas
Esta tecnología se usa en joyería, calzado, diseño industrial, automoción, etc. y con los años el precio de este tipo de impresoras ha bajado mucho. De hecho, ya existen máquinas para uso personal por menos de 500 € frente a más de 10.000 € de los modelos profesionales.
Si eres de los que te gustan este tipo de equipos, desde 2005 existe el proyecto RepRap que es open source y pensado para construir una impresora 3D de bajo coste capaz de imprimir objetos de plástico. O dicho de manera más rimbombante en su página web, RepRap es la primera máquina de fabricación autoreplicante de propósito general de la humanidad.
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